

Reforma integral de cocina
El apartamento original parecía detenido en el tiempo. Techos altos con molduras desgastadas, suelos de parquet que crujían con cada paso y paredes tapizadas en tonos apagados de los años 60. La cocina, encerrada en una estancia diminuta, contaba con azulejos estampados pasados de moda y electrodomésticos anticuados. Los baños tenían sanitarios color beige y grifería oxidada. La iluminación era escasa, con lámparas pesadas que colgaban del techo. Aunque el lugar tenía cierto encanto nostálgico, se sentía oscuro, cerrado y poco funcional para la vida actual.
La transformación comenzó con una limpieza estructural profunda. Se derribaron tabiques innecesarios para unificar espacios y crear una zona de salón-comedor-cocina mas fluida y luminosa. El suelo se sustituyó por tarima flotante en roble claro, aportando calidez y continuidad visual. Se optó por una paleta neutra de blancos, grises y tonos tierra, perfecta para realzar la luz natural.En la cocina, se instalaron muebles minimalistas en blanco mate con encimera de piedra gris. La iluminación se resolvió con focos empotrados y tiras LED bajo los muebles. Los baños fueron completamente renovados con revestimientos cerámicos tipo piedra natural, grifería cromada mate y mamparas de cristal sin perfilería. El apartamento ahora respira modernidad, luz y funcionalidad. Cada espacio ha sido diseñado para aprovechar la luz natural y generar fluidez entre las estancias.












